Ayer en Prior, justo delante del faro, y nada más aparcar el coche, me encontré con este hermoso escribano nival, ave que no había visto nunca, seguramente sea el mismo que vio Pablo Gutierrez unos días antes, esta vez se portó de maravilla posó para mi más de media hora, me entusiasmé tanto que llené una tarjeta de 3 GB, ¡300 fotos!, un poco bestia, lo se pero me lo pasé muy bien. Quedan unas "pocas":
6 comentarios:
No sabes las ganas que tengo de tener delante del objetivo a uno de estos...
Un abrazo pepe
Te creo, a mi me hizo mucha ilusión.Un abrazo Carlos.
Hola Pepe,
hace tiempo que no veo al nival, normalmente antes se veía algún bandito en invierno por las dunas de Esmelle, Sta. Comba, Valdoviño...sobre todo con las olas de frío.
Tengo que fijarme cuando vaya al faro, lo que pasa es que las marinas me ciegan, a veces me doy cuenta que no tengo ojos para las otras.
Un abrazo
Paco
Nunca viene mal cambiar de tercio de vez en cuando, aunque te comprendo perfectamente. Un abrazo Paco.
La verdad es que es un gusto cuando pillas a un bicho así y se deja fotografiar a gusto. Menos mal que la tarjeta no era de 8...
Saludos.
Fernando entre nosotros, tenía otra tarjeta en el coche de 4 Gb, si no llegué a usarla fue porque el escribano se largó.Si, es un gustazo cuando se portan asi. Un saludo Fernando.
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